La ventilación es vital, porque sin ella, el aire de su casa se volvería viciado, húmedo y, en general desagradable. Una ventilación adecuada garantiza que el aire dentro de su hogar cambie con la frecuencia suficiente para evitar que este se vuelva viciado.
En el pasado nunca fue un gran problema porque nuestras casas tendían a tener bastantes corrientes de aire debido a la forma en que estaban construidas. Debido a que nuestras casas tenían corrientes de aire, muchos de los “habitantes” desagradables como los COV (compuestos orgánicos volátiles) en alfombras y muebles, los ácaros del polvo, los olores de la cocina, de mascotas, el vapor de agua, etc., nunca tuvieron la oportunidad de acumularse. Entonces tu casa era en realidad un lugar bastante saludable para estar.
La desventaja de todas estas corrientes de aire era que calentar la casa era misión imposible.
Sin embargo, a finales de la década de 1980 comenzamos a aislar nuestras casas a un nivel más alto y a instalar ventanas y puertas mejor selladas para ayudar a retener el calor, pero estas medidas también redujeron la cantidad de ventilación no controlada (corrientes).
Durante un tiempo nos encantó, ya que nuestras casas retenían el calor durante más tiempo y nuestras sistemas consumían menos energía, pero había un lado negativo en forma de aumento de la condensación, moho negro y aire viciado.
Por mucho que ventilemos, en algún momento tendremos que cerrar las ventanas. Esto ocurre de forma casi inevitable por la noche, que es precisamente cuando las temperaturas bajan más. Debido a que los paramentos verticales están más fríos el problema se acrecienta creando más condensación debido al coque térmico por diferencia de temperaturas.
Estos proporcionan un flujo de aire constante evitando altos niveles de humedad relativa y eliminando de forma radical los incómodos derivados de esta como el moho, los malos olores o que se nos empañen los cristales.
Pero a parte de esto deberíamos valorar las enormes ventajas que representa el instalar uno de estos sistemas en nuestro hogar. Enumeramos los más importantes para que amplíe su conocimiento acerca de ellos.
Debido a que el interior de la vivienda permanece en constante renovación de aire, evitaremos los ambientes cargados pudiendo ayudar de forma definitiva a trastornos respiratorios tales como asma, rinitis o congestión nasal, inhalación de moho y vapores nocivos, etc…
Por el mismo principio de renovación del aire, es mucho más difícil contagiarse que cuando el virus permanece en un ambiente con el aire sin recircular.
Típicos de ambientes estancos y húmedos en donde los elementos porosos producen olores desagradables. También es una ayuda definitiva de los olores provenientes de mascotas, químicos de limpieza, pesticidas, tabaco…
Disminución radical de compuestos orgánicos volátiles (COV): productos químicos desagradables que se desprenden de las alfombras, pintura, los productos químicos del humo, el monóxido de carbono y el hollín, etc.
Reduce el riesgo de alergias por ácaros del polvo, pelo de mascotas, polen, etc.
Debido a la introducción de aire con temperatura controlada la casa podrá permanecer siempre sin abrir ventanas y ayudará a recircular el calor cuando ponemos la calefacción.
Depende del tamaño de la vivienda y los metros que se quieran abarcar, de la gravedad de la patología, de la morfología de la construcción, del número de convivientes… necesitaremos una opción más simple o más compleja, pero los precios oscilan a partir de los 2.000€ hasta los 6.000€ para los sistemas más avanzados.
Si sabemos elegir el sistema adecuado apenas representará un incremento en la factura de la luz, ya que están muy conseguidos a nivel energético y las resistencias de calor suelen ser cerámicas.
El silencio absoluto no existe, pero un buen sistema de ventilación suena menos que uh ventilador promedio o un aire acondicionado inverter.
Definitivamente sí, pero antes es importante recibir la asesoría de un profesional cualificado para conocer la profundidad de su problema.
Si necesita asesoramiento para su caso estaremos encantados de proporcionarle una asesoría sin compromiso para valorar la necesidad que requiere su vivienda:
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La ventilación forzada en viviendas es crucial para garantizar un ambiente saludable. Existen diferentes tipos de sistemas, como la ventilación mecánica de extracción y la de doble flujo, así como la ventilación natural a través de aberturas y conductos. La calidad del aire interior y la eficiencia energética son aspectos clave a considerar. Además, el mantenimiento regular y las últimas tendencias tecnológicas son importantes para asegurar un funcionamiento óptimo. Descubre todo sobre los sistemas de ventilación forzada en este artículo.
La ventilación forzada es un sistema que permite renovar el aire en el interior de una vivienda de manera controlada y eficiente. Para comprender su funcionamiento, es necesario conocer los principios básicos, los componentes de un sistema de ventilación forzada y las ventajas que ofrece este tipo de ventilación.
La ventilación forzada se basa en la extracción y entrada de aire mediante un sistema mecánico. Se utiliza un ventilador que impulsa el aire fresco del exterior hacia el interior de la vivienda, mientras extrae el aire viciado y contaminado del interior hacia el exterior. Este sistema garantiza una ventilación constante y controlada en todo momento.
Un sistema de ventilación forzada está compuesto por diferentes elementos que trabajan en conjunto para asegurar un correcto funcionamiento. Estos componentes incluyen:
La ventilación forzada ofrece numerosos beneficios para la salud y el bienestar de los habitantes de una vivienda. Algunas ventajas destacadas son:
Existen diferentes tipos de sistemas de ventilación forzada que se utilizan en las viviendas para renovar y purificar el aire interior. Estos se dividen principalmente en dos categorías: ventilación mecánica forzada y ventilación natural forzada.
La ventilación mecánica forzada es un sistema que utiliza ventiladores para mover el aire dentro de la vivienda de manera controlada. Este tipo de ventilación cuenta con diferentes variantes:
La ventilación natural forzada se basa en aprovechar la presión del viento y las diferencias de temperatura para ventilar los espacios interiores de forma natural. Algunas variantes de este sistema son:
Estos sistemas de ventilación forzada, ya sea mecánica o natural, ofrecen diversas ventajas en términos de calidad del aire interior, eficiencia energética y confort. Cada tipo de sistema tiene sus particularidades y se adapta a diferentes necesidades y características de la vivienda.
La calidad del aire en las viviendas es un aspecto fundamental para garantizar la salud y el bienestar de sus habitantes. La falta de ventilación adecuada puede dar lugar a la acumulación de contaminantes y problemas asociados que afectan directamente a la calidad del aire interior. A continuación, se abordarán diferentes aspectos relacionados con este tema.
La calidad del aire interior es esencial para mantener un ambiente saludable en los espacios habitados. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en interiores, por lo que respirar un aire limpio y libre de contaminantes es crucial para prevenir enfermedades respiratorias, alergias y otros problemas de salud. Además, una buena calidad del aire contribuye a mejorar el confort y el bienestar de las personas.
Existen diversos contaminantes que pueden afectar la calidad del aire en las viviendas. Entre ellos se encuentran los compuestos orgánicos volátiles (COV), gases tóxicos, partículas en suspensión, humedad y hongos, entre otros. Estos contaminantes pueden ser generados tanto por fuentes externas como internas, como productos de limpieza, sistemas de calefacción, materiales de construcción, entre otros.
La presencia de estos contaminantes puede causar una variedad de problemas de salud, desde irritación de las vías respiratorias, alergias y asma, hasta enfermedades más graves. Además, la acumulación de humedad y hongos puede conducir a problemas de deterioro de la construcción, como el moho y la pudrición de materiales.
Para asegurar una buena calidad del aire en las viviendas, existen normativas y recomendaciones que establecen los niveles aceptables de contaminantes y establecen pautas a seguir. Estas normativas pueden variar según el país y la región, pero en general se enfocan en aspectos como la ventilación adecuada, el uso de materiales de construcción sin emisiones nocivas, el control de la humedad y la prevención de la formación de moho.
Además, existen recomendaciones prácticas que pueden ayudar a mejorar la calidad del aire en los hogares, como abrir las ventanas regularmente para permitir una adecuada renovación del aire, mantener limpios los sistemas de ventilación y utilizar productos de limpieza y pinturas ecológicas y de bajo contenido en COV.
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La eficiencia energética es una preocupación creciente en la construcción y en la vida cotidiana. En el caso de los sistemas de ventilación forzada, podemos destacar su contribución al ahorro energético en las viviendas.
Gracias a la ventilación forzada, es posible regular de manera eficiente la entrada y salida de aire en los espacios interiores. Esto permite optimizar la climatización y reducir el consumo de energía de los sistemas de aire acondicionado y calefacción.
Al mantener un flujo constante de aire fresco y controlar la temperatura interior, se evita el sobreesfuerzo de los sistemas de climatización, lo que se traduce en un menor consumo de energía eléctrica y un menor impacto ambiental.
La ventilación forzada juega un papel importante en la reducción del consumo de aire acondicionado y calefacción en los hogares. Mediante la renovación continua del aire, se consigue un equilibrio térmico que minimiza la necesidad de utilizar estos sistemas de climatización de forma intensiva.
En los meses más cálidos, la ventilación forzada puede contribuir a mantener la temperatura ambiente agradable y fresca, lo que reduce la necesidad de encender el aire acondicionado de forma prolongada.
Asimismo, en épocas de frío, la correcta ventilación evita la acumulación de humedad y la formación de condensación, lo que a su vez reduce la demanda de calefacción.
Los edificios de alta eficiencia energética, como las casas pasivas, se basan en utilizar sistemas y tecnologías que reducen al máximo el consumo energético. En este sentido, la ventilación forzada juega un papel fundamental.
Estos edificios, diseñados para aprovechar al máximo los recursos naturales y minimizar las pérdidas energéticas, se benefician de sistemas de ventilación forzada altamente eficientes. Estos sistemas permiten un control exhaustivo del flujo de aire, asegurando la calidad del mismo y optimizando los consumos energéticos.
Gracias a la ventilación forzada en edificios de alta eficiencia energética, se logra una climatización sostenible y confortable, reduciendo al mínimo el uso de sistemas de climatización convencionales.
Uno de los aspectos fundamentales para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas de ventilación forzada es la limpieza y sustitución regular de los filtros. Estos componentes son responsables de retener las partículas de polvo, polen y otros contaminantes presentes en el aire, evitando que ingresen a la vivienda y perjudiquen la calidad del aire interior.
Se recomienda revisar y limpiar los filtros al menos cada tres meses, y sustituirlos si están dañados o muy obstruidos. Para ello, es importante seguir las indicaciones del fabricante y utilizar filtros de repuesto adecuados para cada sistema.
La impermeabilización de paredes y suelos es clave para evitar la filtración de humedad en tu hogar. Puedes utilizar pinturas impermeabilizantes o revestimientos especiales para proteger las superficies. Además, es importante revisar las juntas y fisuras en paredes y suelos, sellándolas adecuadamente para evitar cualquier filtración.
Con estas buenas prácticas se puede garantizar un funcionamiento eficiente y prolongar la vida útil de los sistemas de ventilación forzada, asegurando así un ambiente saludable y confortable en el hogar.
La evolución de los sistemas de ventilación forzada ha traído consigo importantes tendencias y avances que optimizan su funcionamiento y los hacen más eficientes. Estas innovaciones están encaminadas hacia la creación de viviendas más saludables y sostenibles, aprovechando al máximo los recursos disponibles.
Una de las principales tendencias es la integración de energías renovables en los sistemas de ventilación forzada. Mediante el uso de paneles solares fotovoltaicos, es posible generar energía eléctrica para alimentar los ventiladores, reduciendo así la dependencia de la red eléctrica convencional. Esto no solo permite un ahorro energético significativo, sino que también disminuye la emisión de gases de efecto invernadero.
Además, se están implementando sistemas de recuperación de calor mediante energía solar térmica. Estos sistemas captan el calor del sol y lo utilizan para calentar el aire introducido en la vivienda, reduciendo así la demanda energética de la calefacción. De esta manera, se aprovecha de forma eficiente la energía solar para mejorar el confort térmico en el hogar.
Otra tendencia en los sistemas de ventilación forzada es el uso de innovaciones tecnológicas y la automatización de los sistemas. Mediante la incorporación de sensores y dispositivos inteligentes, es posible monitorizar y controlar de forma precisa la calidad del aire interior y ajustar automáticamente la ventilación en función de las necesidades. Esto garantiza un ambiente saludable y confortable sin necesidad de intervención manual constante.
Además, se están desarrollando sistemas de ventilación con capacidad de aprendizaje, que son capaces de adaptarse y optimizar su funcionamiento en base a los hábitos y necesidades de los usuarios. Estos sistemas utilizan algoritmos inteligentes que analizan el comportamiento de las personas en la vivienda y ajustan la ventilación de manera eficiente y personalizada, maximizando el confort y minimizando el consumo energético.
El futuro de la ventilación forzada apunta hacia la creación de viviendas más saludables y sostenibles. Se espera que los avances tecnológicos y las investigaciones en este campo permitan implementar sistemas de ventilación aún más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
Se prevé la incorporación de materiales y filtros de alta calidad que mejoren la calidad del aire interior y reduzcan al mínimo la presencia de contaminantes y alérgenos. Además, se están investigando nuevos modelos de ventilación que permitan una purificación del aire más efectiva, eliminando partículas nocivas y mejorando la salud de los habitantes.
Asimismo, se espera que los sistemas de ventilación forzada estén cada vez más integrados con otros sistemas del hogar, como la climatización y la gestión energética. Esto permitirá una optimización global del consumo energético y una mayor eficiencia en el funcionamiento de los sistemas, reduciendo el impacto ambiental y mejorando la calidad de vida de las personas.
Los ventiladores con sensor de humedad son simplemente el siguiente paso evolutivo del humilde extractor de toda la vida. Son más potentes e inteligentes en su funcionamiento. Se activan cuando detectan ciertos niveles de condensación y se apagan cuando esta está controlada.
Una buena ventilación es especialmente importante en el baño, el aseo y la cocina, especialmente en habitaciones sin ventanas.
Si tenemos la humedad muy focalizada en un punto, siempre podemos optar por aislar térmicamente, aunque es importante matizar que esta acción no bajará la humedad relativa de la vivienda y tampoco acabará con el problema de las ventanas humedecidas si es que padecemos este problema, así que nuestra recomendación en este apartado se ciñe en determinados casos en los que efectivamente resultará una solución definitiva.
La forma más eficaz para evitar la condensación en las ventanas de tu casa.
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